Payasa délfica

Payasa délfica
El enigma de la incertidumbre

Tuesday, May 15, 2012

Googleando en X

(Deseamos lo que no tenemos*)

3 palabras (Carmen Alcayde tetas). Y sus vertientes y derivados (Carmen Alcayde tetazas, Carmen Alcayde desnuda, Carmen Alcayde photoshop, Carmen Alcayde nariz, Carmen Alcayde descuidos, Carmen Alcayde marido (¿?)....). Los hay muy gores (Carmen Alcayde bukkake, Carmen Alcayde meando...).

No hay duda de que esta valenciana pata negra ha conseguido ganarse la sonrisa vertical de los intrépidos buscadores de tesoros en Google. Es brutal la cantidad de gente que día y noche teclea su nombre para buscar material erótico festivo de la musa. Una presentadora de televisión desubicada y especialista en quebrar programas se ha convertido en la ninfa del onanismo tomatero.

Sin especiales dotes para la comunicación, de dudosa facilidad de palabra y con un currículum televisivo plagado de paupérrimas audiencias (Sálvame el Tomate, donde la estrella era Jorge Javier), las tetas de nuestra heroína se han convertido en reclamo de un público ávido de fálicas sensaciones. El modus operandi del fan televisivo de Carmen es sencillo: "Enciendo la tele, pongo Telecinco, le miro un rato las tetas a Carmen Alcayde, me pongo palote y me voy". La audiencia internauta y televisiva de Carmen es sabia: "Vale para verla un rato, pero no le deis un programa!".


Al margen de las surrealistas búsquedas que el personal perpetra en la red (hay una que me fascina: locales en Murcia para comprar plaguicidas y poder envenenar sin dejar huella), hay una cosa clara: Estamos mal, muy mal. El grado de insalubridad mental que nos invade es magistral, casi épico. El salidismo radical se ha convertido en una religión paralela.Y enfocada esa pulsión enfermiza y secreta al campo del sexo nos lleva a una deliciosa debacle emocional.

Y lo expuesto sobre Carmen Alcayde es aplicable (diría que en menor medida) a musas del camión y la lorza: Terelu Campos es la reina dominatrix, y domina como nadie el mercado de los excesos carnales. Su Interviú tuvo un éxito sin precedentes, y miles de españolitos sueñan con bucear entre el cheddar de sus muslos. Es cierto que está envejeciendo malamente, y que su parecido con su madre empieza a ser alarmante. Pero mientras el encanto sexual de su madre se mantiene en el apartado "rarezas y desviaciones", Terelu sigue en el status de "Maduras y morbosas". Y en su favor hay que decir que tiene pinta de ser una celebérrima folladora.

Luego están las búsquedas de tías buenas standard. Las guapas de manual. No tienen excesivo mérito, aunque integran el numeroso grupo de las fantasías colectivas universales: Scarlett Johansson, Jessica Alba, Cameron Diaz, Evangeline Lilly, Jennifer Aniston, Angelina Jolie, Neve Campbell. Son top en la red, aunque no aporten el componente y valor añadido de tener ciertas imperfecciones que las hagan más deseables. Las guapas son eso, guapas. No presentan elemento diferencial alguno: Son planas y de corto alcance. La batalla belleza Vs morbo la tienen perdida de antemano.
Sobrevaloradas, claro. Como Ibrahimovic, Pilar Rahola o Sara Carbonero.

(Deseamos lo que no tenemos*. Epílogo).

En realidad, la idea era hablar de algo menos físico y más emocional. Mi intención inicial era demostrar de manera empírica que nos gustaría tener (casi) todo lo que no tenemos. Anhelamos lo que no nos pertenece, por el mismo hecho de que no nos pertenece. ¿Han escuchado alguna vez la frase: "Me gustan todas menos mi mujer"? Seguro que sí. Y seguro que alguno es sincero cuando lo dice. Y lo dice, me imagino, porque su mujer es territorio conquistado, y el ser humano, como buen explorador, siempre quiere ampliar su imperio. Pero bueno, de esto ya hablaremos otro día.


*Sí, es difícil de creer. Esta es Carmen Alcayde.
Con menos años, menos tetas, menos de todo. La sirenita de las búsquedas lascivas de internet es la chica de la foto. De manera que, cada vez que hagan una incursión por la anatomía salvaje de Carmen, piensen que lo próximo en teclear en google podría ser: Paz Padilla axilas, María Antonia Iglesias piernas, o Belén Esteban citología.

C'est la vie.